Hay personas en este mundo a las que les cuesta sonreír.

No sé por qué tienen la manía de decirlo todo mal y con cara de pocos amigos. Hemos cogido la malísima costumbre de pedirlo todo aquí y ahora, mal y con toda la esperanza de que sea rápido. Hemos entrado en un bucle de malas maneras, donde el qué le ha robado protagonismo al cómo y ya no hay manera de dar marcha atrás.

Exigimos lo primero que se nos acaba de pasar por la cabeza con el único propósito de que otro lo realice en menos de cinco minutos. Y eso, señores, no se puede permitir.

¿Dónde han ido a parar las buenas palabras? ¿Dónde están las gracias y el por favor? ¿Y la empatía? Vivimos en un mundo cada día más frío, cada vez con menos sentimientos. Vivimos en un mundo donde el egoísmo pasa por encima del altruismo, siempre. La gente ya no hace favores más que por propio interés, solamente a las personas de las que pueden sacar algún provecho. Y eso hay que cambiarlo.

Empieza tú. Sé natural, exige lo justo, sé educado, ten empatía, pero sobre todo sé transparente. Sí, TRANSPARENTE. No hagas las cosas pensando en cómo podrás manipular a esa persona ni mientas para aparentar alguien que no eres. Tú eres tú, deja que todo el mundo lo vea.

Ann.