Ser niño tiene que ser tendencia.

Ser niño tiene que ser tendencia.

Tiene que serlo. Está claro que el mundo cada vez va a peor, y ¿alguien se ha parado a pensar en el por qué? Yo os lo diré: la gente ha perdido al niño que lleva dentro.

Todo el mundo piensa mal, negativo, la gente se traiciona, intentan dañar a los demás con el único fin de competir. Y, a pesar de que el 98% de las personas se llenan la boca en Instagram colgando frases filosóficas sobre el placer de las pequeñas cosas (el 2% restante cuelga fotos de gatos) y por muchos anuncios de cerveza que desaten amor y purpurina, no nos engañemos… Todo el mundo ha perdido la inocencia que te deja valorar los pequeños detalles de la vida y te permite disfrutar de los momentos más simples (pero muy necesario) como puede ser saborear un trozo de chocolate (en vez de fumárselo) o bañarse hasta temblar de frío con los labios morados (y no coger uno).

La gente busca más, quiere más. Y es que por mucho que diga el famoso postureo… Nadie se conforma con las pequeñas cosas.

Así que, por favor, mira dentro de tu vestidor lleno de tacones y bolsos a conjunto, entre los millones de papeles que te esperan cada mañana en la oficina, en el momento en el que bajas a toda prisa las escaleras del metro, en el cuarto café del día para aguantar despierto en la reunión de Jose en la que no te interesa lo más mínimo su nuevo proyecto sobre maletines con cierre hermético, en esa mirada de pena que le lanzas a un pobre mendigo en vez de preguntarte el porqué está ahí o si lo puedes ayudar…

Busca entre todos estos sitios y momentos porque estoy segura de que está ahí, olvidado y lleno de polvo. Encuéntralo y recupéralo, porque junto a él está la auténtica felicidad.

Ann.